Charles Bukowski murió de leucemia a los 73 años en San Pedro, California, el 9 de marzo de 1994. Los poemas que se presentan a continuación fueron escritos durante el periodo que duró su larga enfermedad (alrededor de un año).
mente y corazón
inexplicablemente estamos solos
eternamente solos
y así es como
están destinadas a ser las cosas,
nunca estuvieron destinadas
a ser de otra manera-
y cuando comience mi forcejeo
con la muerte
lo último que quiero ver
es
a un círculo de rostros humanos
merodeando a mi alrededor-
es mejor estar solamente con mis viejos amigos,
con los muros de mi mismidad,
dejemos que únicamente ellos estén ahí.
he vivido solo pero muy rara vez
me he sentido abandonado.
mi sed ha quedado satisfecha
con el pozo
de mi mismidad
y aquél vino fue bueno
el mejor que haya bebido,
y esta noche
sentado
mirando fijamente la oscuridad
finalmente entiendo
la oscuridad y la
luz y todos
sus tonos intermedios.
llega la paz de la mente
y del corazón
cuando aceptamos las cosas
como son:
haber nacido
bajo estas extrañas
formas de vida [,]
debemos aceptar
los riesgos infundados de
nuestros días
y hallar algo de satisfacción
en el placer de
poder dejar todo esto
atrás.
no lloren por mí.
no sientan pena por mí.
lean
todos mis escritos
y luego
olvídense
de ellos.
beban del pozo
de su mismidad
y comiencen
de nuevo.
TB*
he padecido esto por un año, realmente he invertido
en ello muchas
horas de sueño, recostado en posición erguida sobre
dos almohadas para evitar que tosa
toda la sangre drenada de mi cerebro,
y frecuentemente me he despertado mientras me hallo
resbalándome por las orillas de la
cama.
como mi TB resulta contagiosa no he
recibido visitas y el teléfono
ha dejado de sonar
y ésta es la mejor
parte.
a lo largo del día veo la TV y pruebo algo de comida,
ninguna de las dos son muy buenas
que digamos.
las series televisivas y los programas de entrevistas
resultan todo
un tormento,
así que a falta de cualquier otra
actividad
prefiero ver los juegos
de baseball
y seguir a los Dodgers hasta
el campeonato.
no me queda mucho más por hacer
excepto tomar antibióticos y mi jarabe
para la tos.
también esto me permite ahorrar
kilometraje de mi auto
pero extraño endemoniadamente
asistir a la vieja pista de
carreras.
uno logra darse cuenta cuando se halla
aislado de la vida cotidiana
que ni tú ni ninguna persona
resultan indispensables.
las aves ni siquiera notan que te has ido,
a las flores no les importa,
el resto de la gente no lo nota,
pero el SRI**,
la compañía de teléfonos,
las compañías de gas y de electricidad,
el DVA***, etc.,
se mantienen en contacto.
permanecer enfermo de gravedad o estar muerto son
cosas muy parecidas
a los ojos de la
sociedad.
de todas maneras,
no hay razón para no quedarse tumbado
y simplemente
disfrutar de ello.
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* TB: Abreviatura
de tuberculosis.
** SRI: Servicio
de Rentas Internas, o IRS por sus siglas en inglés (Internal Revenue Service).
Se trata de la agencia tributaria de los Estados Unidos.
*** DVA: Departamento
de Vehículos Automotores o DMV (Deparment of Motor Vehicles). Agencia encargada
de otorgar las licencias de manejo, así como de llevar un registro de las
tenencias de autos, de las multas de tránsito y de los accidentes de autos, en
los Estados Unidos.
cáncer
a media hora de ninguna parte
solo
en la derruida
torre de mi mismidad
tambaleante en ésta[,] la
hora más
oscura
he perdido mi última
apuesta
y me
dirijo
hacia
un esquelético
silencio.
el primer poema a mi
regreso
64 días con sus noches en aquél
lugar, quimioterapia,
antibióticos, sangre corriendo a través
del catéter.
leucemia.
¿quién, yo?
a la edad de 72 años tenía este ingenuo pensamiento de que
moriría pacíficamente mientras dormía
pero
los dioses no lo han querido así.
yazgo sobre esta máquina, destrozado,
vivo a medias,
aún invocando a la Musa,
pero estoy de regreso sólo por el momento;
mientras que ya nada parece igual.
no he vuelto a nacer, tan sólo
voy tras la caza
de algunos días más, de algunas noches más,
como
esta
noche.
el cansancio después
del anochecer
mientras fumo un cigarro noto a un mosquito que
ha muerto aplastado en la
pared
y suena la música de un órgano de hace siglos
en mi radio color negro
y en la planta baja mi esposa mira un video rentado en
la videocasetera.
éste es el espacio entre espacios, éste es el instante en
el que hasta los más aguerridos claudican por un momento,
éste es el instante
en el que consideras los años que jamás consideraste:
la lucha ha resultado agotadora… aunque también, en
ocasiones,
interesante, como cuando
descanso aquí en silencio momentos
después del anochecer a la par que el sonido de los siglos
recorre
todo mi cuerpo…
este
perro viejo
[se halla] reposando pacíficamente
bajo la sombra
pero dispuesto.
de nuevo
en este momento ha quedado ocupado el territorio,
los corderos han sido ofrendados en el sacrificio,
como la historia al quedar arañada de nuevo en sus paredes
cetrinas,
como banqueros que se escabullen para sobrevivir,
como jovencitas pintando sus labios hambrientos,
como sombras que se preparan para caer,
como océanos engullendo las toxinas del hombre,
como el cielo y el infierno mientras danzan en la antesala,
comienza de nuevo y es echada a andar de nuevo[.]
está cocida la manzana[:]
compra el automóvil,
corta el césped,
paga los impuestos,
cuelga el papel de baño,
cercena los clavos,
escucha el canto de los grillos,
revienta los globos,
bebe el jugo de naranja,
olvida el pasado,
pasa la mostaza,
instala las sombrillas,
toma la píldora,
revisa el aire de las llantas,
anuda los guantes[.]
redoblan las campanas,
la perla está en la ostra,
la lluvia cae
mientras que la sombra se prepara para cubrirme de nuevo.
¿y ahora?
las palabras van y vienen,
yazgo enfermo.
suena el teléfono, el gato duerme,
Linda usa la aspiradora.
aguardo por mi vida,
aguardo por la muerte.
desearía al menos poder dar algo de pelea en el cuadrilátero.
hubo un mal arreglo
pero el árbol de afuera no lo sabe:
lo contemplo mientras es sacudido por el viento
a la luz del sol del atardecer.
no hay nada aquí que declarar,
se trata únicamente de una espera.
cada quien la enfrenta solo.
¡Oh, alguna vez fui joven!
¡Oh, alguna vez fui increíblemente
joven!
Fuente: Charles Bukowski, The pleasures of the damned
Traducción: Lucio Arreola Barroso
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